domingo, 9 de agosto de 2009

Todo lo que había soñado hace un tiempo, se había perdido extrañamente entre muchas cosas.
Los sueños e iluciones que eran tan extremadamente fugazes, se fueron.
Sé el porqué, y no puedo decir aquí nada más que porque sí.
Hacía cuanto tiempo que no provaba una gota de alcohol?
Mucho. Mucho tiempo
Y hoy no estoy ebria, lo sé perfectamente bien, porque razono con claridad y no bebí más que un par de sorbos de ron.

No tengo que comunicar aquí lo que precisamente estoy pensando.
Pero sin embargo, debo confesar que me he portado mal.
He tirado lo que alguna vez me prometí a mi misma, no sé si para mal, pero lo hice.
Revisé mis cosas personales, mis cuadernos, mis agendas, mis recuerdos...
He evolucionado, crecido y aprendido.
Me expreso con menos claridad, eso si.
Mi objetivo a alcanzar no lo tengo claro, pero es bueno tener dudas de vez en cuando.
Conversaciones profundas con mi padre no hacían más que herirme antes, las ganas de romperle la cara a patadas se han ido como los sueños fugazes.
El cielo no se cae cada vez que le miro.
La calma, la paz, la sensación agradable de saber cuando y porqué.
Seguridad, es eso lo que tengo.
Seguridad...

1 comentario:

  1. Querida K:
    Estoy de acuerdo, tal vez el viento desee devolverme mis palabras alguna vez. Si no lo hace, no voy a sentirme enfadada o decepcionada, aún puedo comunicarme bastante bien o eso creo. Tu entrada me ha gustado mucho también. La seguridad es una cosa hermosa para los que no la poseen por naturaleza. No soy capaz de desear otra cosa que eso, porque es lo único que me ayudaría a afrontar lo demás.
    ^^ Me encantó esta frase:
    "El cielo no se cae cada vez que le miro"
    Que agradable. No sé a ti, pero a mí las emociones tan intensas, más que llenarme, me agotan...
    Un beso
    J

    ResponderEliminar

(?)