domingo, 2 de agosto de 2009

Alta Velocidad.

110 marcaba la motocicleta, y no podría decir cuanto mi corazón.
Las ideas daban vueltas y los colores de perdían a mi espalda.
La realidad se iba quedando tras de mí a cada segundo.
El vieto chocaba contra mi rostro y las lágrimas caían sin ningún remordimiento.
Los sonidos, los olores, las sensaciones
Nada se comparaba con la adrenalina de ese momento, ni siquiera el frío en mis manos.
Pero no lo olvidé, no te olvidé, juro que no te olvidé, juro que no te perdí.
Me perdí yo misma.

1 comentario:

  1. Hola querida!
    ¿Cómo estás? Tus entradas en el blog reflejan cosas muy interesantes. Las he leído, como siempre, con mucha atención. He estado pensando... xD ni siquiera sé en qué he estado pensando, sólo sé que estoy desvelada y quería pasar por aquí. Leerte un poco, tal vez descansar del día pesado. Parece que la estás llevando bastante bien, a pesar de todo. Me pregunto, ¿Realmente estarás bien? Sabes que puedes contar conmigo cuando lo necesites. Espero que lo recuerdes para cuando necesites decirme algo...
    Un beso y un abrazo
    J.

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