Entre Agujeros.

Mirando por la ventana, puedo ver el reflejo de las cosas que no son.
De lo que no está, pero quiciera que sí.
En otras palabras de sueños, de iluciones que voy creando a medida que el tiempo pasa.
Pero, hay un problema allí.
Mientras observo por la puerta, veo tu silueta moverse con la misma gracia de siempre.
y entonces me pregunto si algún día podrá estar mi silueta junto a la tuya.
Quizás algún día... me repito, me repito, me repito.
Y luego me repito, me repito que ya no te quiero, que a veces ya no te quiero tanto como desearía que tú me quicieras.
Que la intensidad disminuye a medida que te alejas, que el brillo de tus ojos pierde su encanto.
Y entonces me repito, me repito que será para mejor...
Que pronto vendrá alguien, así como tú viniste, a robar por completo mi atención.
Y cuando me voy, cuando intento salir de tu vida para siempre... vienes y me tomas otra vez.
Como si fueses a adivinar mi plan de abandono.
Cuando estoy cerrando la puerta y dejando de ver la luz que entraba por ella, me llamas como si me necesitaras... como si de pronto te pudiera acompañar.
¿Qué podría hacer ante eso? Quizás rechazar la oferta, quizás marcharme y seguir firme en mis desiciones. Pero he ahí el problema, que los sueños que vi por la ventana parecen comenzar a ser parte de una realidad que quizás me pertenece.
... Cuantas veces no deseé que esa sonrisa fuera sólo para mí....
y entonces, queda la indesición por delante.
El miedo de que puedas cerrar esa puerta en mi nariz.
¿Qué pasaría? pues sangraría la nariz, pero el corazón quedaría trizado.
¿Qué importa un pedazito menos? a veces la gente trae consigo otros.
No importaría... al principio sé que costaría, pero sería capaz de alejarme.
No.
No, me lo estoy repitiendo. No no no... no, no me repito, no.
Tú no me quieres como yo te quiero.
Así es, así será.
Lo mejor será que mientras la inseguridad sea la puerta, mire por los agujeros.