miércoles, 21 de octubre de 2009

Largo Día.

Hace tiempo que no sentía el cansancio entrar y dominar mi cuerpo de esa manera
Como si aquellos débiles brazos que te sujetan fueran consumiendo de un golpe toda tu fuerza.
Como si el ambiente comenzara a nublarse y a teñirse de gris, y a-penas pudieras ver qué diablos hay delante tuyo.
Como si el techo diera vueltas -a lo rueda de la fortuna.
Como si hubieses subido durante la mañana un enorme cerro
y una vez en casa sólo quisieras dormir.
Como si los párpados fueran de plomo, Cómo si te hubieran dopado
como si hubieses corrido mucho intentando escapar,
y caen los hombros
y caen los ánimos
y caen las fuerzas
y caen los párpados
y finalmente, cae el cuerpo.

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