sábado, 26 de diciembre de 2009

Eso es todo. Sólo soy un hombre insignificante.-









No. ¿dices que esperemos hasta que ese viejo muera?
No tenemos tiempo para eso, no sabemos en qué momento puede llegar el akuma.


-Kanda...-


¡¿Para qué hemos venido aquí?! ¡Sácale el corazón a esa muñeca ahora!


- No lo haré. Lo siento. No voy a quitárselo. -


¡Esa prenda no es una almohada para los heridos, es para que la use un exorcista! Tenemos ayuda por los sacrificios, novato.


-Entonces lo seré yo. ¿Está bien si yo me convierto en sacrificio en lugar de ellos? Ellos sólo quieren llegar a ver el final que desean. Mientras eso no ocurra no puedo tomar La Inocencia de esta muñeca. No hay problema si me encargo del akuma, ¿verdad? !¿Que ganar una guerra por medio de innumerables safricios no es algo sin sentido?!


/Kanda, de un golpe, lo tira al suelo/





Vaya ingenuidad... ¡¿Te venderías a ti mismo por un par de extraños a los que les tienes lastima?!
'¡¿Es que acaso no tienes nada que te importe?!


-Hace mucho tiempo que perdí lo que era importante para mí. Si quieres, di que es por lástima, la verdad es que no tengo una razón real... Simplemente no me gustaría ver que pasara algo así. Eso es todo. Sólo soy un hombre insignificante. Mi corazón se mueve por lo que está frente a mí, no por lo que el mundo necesita. No puedo abandonarlos ¡Así que si puedo protegerlos, quiero hacerlo!
























No hay comentarios:

Publicar un comentario

(?)