sábado, 8 de octubre de 2011

Estaban todos esperando, sentados, en silencio, ansiosos.
Sabían a lo que iban, sabían lo que querían, sabían lo que ella iba a decir
Sólo debía hacerlo.
Entonces apareció aquel momento y la persona indicada. Y la palabra precisa.
y Ella abrió la boca, y todos se pararon.
Pero cuando habló, cayeron en sus asientos, atónitos.
No lo dijo. Ella sabía que no lo había hecho, pero sonreía.
Quizás era una señal al revés, dijo la intención.
Da lo mismo, estamos mejor, dijeron los sentimientos.
Y los pensamientos, todos sentados, se mordieron la lengua.









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